Las aplicaciones pueden obtener rentabilidad vendiendo información de carácter personal a terceros, ya que esta información puede ser valiosa para empresas que buscan segmentar sus campañas publicitarias y llegar a su público objetivo de forma más efectiva.

Segmentación de audiencia: Una de las formas más comunes en las que las aplicaciones venden información personal es mediante la segmentación de audiencia. Por ejemplo, si una aplicación sabe que te gusta la música techno y que estás interesado en viajar a Alemania, puede vender esta información a empresas de publicidad que quieran llegar a personas con éstos intereses específicos. De esta forma, las empresas pueden personalizar sus anuncios y aumentar su efectividad.

Anuncios personalizados: Las aplicaciones también pueden utilizar la información personal de sus usuarios para mostrar anuncios más personalizados. Por ejemplo, si una aplicación de comida sabe que te gusta la comida italiana y que has buscado restaurantes de comida italiana en tu ciudad, pueden mostrar anuncios de restaurantes italianos cerca de ti. Esto puede aumentar la probabilidad de que realices una compra y, a su vez, generar ingresos para la aplicación.

Venta de datos: Algunas aplicaciones pueden vender información personal de sus usuarios a empresas que realizan estudios de mercado. Estas empresas utilizan la información para comprender mejor las tendencias de consumo y las preferencias de los usuarios. Por ejemplo, si una aplicación de fitness sabe que muchos de sus usuarios están interesados en suplementos de proteína, pueden vender esta información a empresas que vendan estos productos para ayudarles a entender mejor su mercado.